Pages

Ads 468x60px

EL ÁRBOL MÁGICO


Una tarde paseando por el río, deleitándonos con el paisaje, encontramos ese árbol. Era llamativo en su figura: ramas entrelazadas formaban un nudo apretado. Su piel rugosa parecía de terciopelo. Estaba solo, apartado del resto. Parecía el rey, al que todos rendían pleitesía.

Al atardecer, brillaba de un modo especial y sus hojas se alegraban, meciéndose con la brisa suave.

Irradiaba una energía sanadora, daban ganas de quedarse bajo su cobijo eterno. Ser parte de él sintiéndonos una de sus ramas, muchas de sus hojas.

Nos sentamos junto a él muy cuidadosamente, tratando de no perturbar su belleza, y suavemente nos adentramos en un profundo sueño reparador y feliz. Logramos así, ser parte de él. Fue como sentir el abrazo de una madre, un abrazo reconfortante y conciliador.

Esa fue una mágica tarde, y de ese árbol tan especial no nos olvidamos jamás.


Flavia Rago, Junio de 2016
Imagen ©Pablo Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario